Hablamos con Miguel Ángel Font, el joven director de “Sinnside”, el corto ganador de la segunda edición del Festival Terrorificamente Cortos 2013. Tuvimos el placer de disfrutar con su visita a nuestra ciudad, Palencia, cuando vino a recoger el premio y Terrorificamente Cortos le ha entrevistado para todos vosotros.

¿Cómo fue tu primera toma de contacto con el cine?

 Como la de cualquier otro niño, cuando tus padres te ponen las películas de dibujos y ves cosas de colores que se mueven y luces y sonidos atractivos. Algo normal, vamos.

 ¿Cuál fue tu primera toma de contacto como director de cine?

 Mi primera toma de contacto con el cine fue con 16 años. Mi tía me regaló una cámara de vídeo de VHS de las de toda la vida y probé a hacer un corto gore. ¡Malísimo! Pero le cogí el gustillo y decidí dirigir mis estudios académicos hacia lo audiovisual. Seguí grabando cortometrajes hasta que una cosa llevó a la otra y ahora aquí estoy, en Palencia. (Risas)

 ¿Cuáles son la películas que marcan tu trayectoria o que más te han inspirado?

 (Resopla) ¡Muchísimas! Si tuviera que decirte alguna… a nivel de terror, Holocausto Caníbal me marcó mucho; a nivel de acción, el cine de John Woo; Georges Méliès que era un maestro de los efectos especiales me encanta; Billy Wilder que demostró cómo hacer una película con un ritmo que nunca decae en los años 50. El cine es tan amplio que si lo amas de verdad, no te puedes quedar con una sola cosa. Es una suma de mil géneros, mil formas y mil colores.

 ¿Qué ingredientes no deben faltar en todos tus proyectos?

 En primer lugar, el contenido, una idea que intente mostrar una realidad cercana al público para que la valore desde diferentes prismas. En segundo lugar, entretenimiento, estética, ritmo, profundidad interpretativa, buena banda sonora y efectos especiales creíbles.

[pix_box icon=”quotes” bg=”#eeeeee” color=”#222222″ border_size=”2″ border_style=”none” border_color=”#dddddd”]El cine es tan amplio que si lo amas de verdad, no te puedes quedar con una sola cosa.[/pix_box]

 ¿Cómo surgió la idea de Sinnside?

 La idea vino de quedar un día en Valencia con Sasha Marini, un modelo de Milán que conocí en el Festival de Cine de Moda de La Jolla 2012, en San Diego. A final de ese año me llamó, estaba en Valencia para hacer una campaña de publicidad. Estuvimos hablando y vimos que estaría bien trabajar en algún proyecto juntos. Volviendo a casa se me ocurrió la idea de Sinnside y se lo propuse a los hermanos Lis, de Ryu Media, con los cuales quería trabajar desde que los conocí. Les interesó y, a partir de ahí, formamos el equipo de trabajo.

 ¿Cómo fue el proceso de grabación de corto?

 El proceso de grabación fue muy rápido. Teníamos una semana para preparar el espacio y terminar el rodaje. Estuvimos rodando 3 días y los 4 anteriores los dedicamos a decorar el restaurante donde se rodó, La Matandeta.

El primer día de rodaje lo utilizamos para realizar el vídeoclip de la canción oficial de Sinnside, Angels with no name, así como la escena de las cuerdas, que es la más impactante. Durante el fin de semana terminamos de rodar el resto del corto.

 ¿Es muy importante para ti la infografía y el 3D?

 Es importante en función del proyecto, no creo que el ordenador vaya a sustituir a los efectos “prácticos”. El realismo de los efectos artesanales es lo que más me gusta pero sí es cierto que como recurso estilístico dentro de una historia concreta es genial integrar efectos digitales. He utilizado muchos efectos por ordenador en mis trabajos pero sí soy más tendente a lo artesanal y más me vale cuidar ambas técnicas porque si no, voy a tener un proyecto contaminado por un recurso estilístico que no me gusta a mí, al equipo y al público en definitiva. (Risas)

 Pero el corto tiene unas escenas tremendamente realistas que no parecen realizadas por ordenador. En el momento en el que eres capaz de alcanzar esa calidad, renunciar a ello ¿no es cortarse las alas cuando puedes desarrollar otro tipo de ideas más complejas o ambiciosas?

 El encanto del 3D es que es algo tan complejo que no está al alcance de muchos. Los tiempos de producción se multiplican exponencialmente y tienes que tener muy claro cómo rodarlo. Hay que planificar mucho y muy bien cada secuencia, cada plano, etc. El ordenador puede hacer milagros pero no es un milagro en sí mismo. Nosotros hicimos esa ciudad porque José Rodríguez, su creador, podía y porque era factible pero hacer algo tan simple como un impacto de bala nunca va a quedar mejor con infografía que con un efecto artesanal de toda la vida. Soy extremo cuando quiero llevar algo al 3D pero cauto con el resultado.

 ¿Es muy difícil dirigir a niños?

 La gente dice eso pero la verdad es que toda la experiencia con los niños de Sinnside ha sido increíble, respondieron genial. Los gestos, los pasos, cómo andan, cómo miran, todo está coreografiado, no se les dejé nada para la improvisación. Opté por explicarles de qué iba la trama para que lo tuvieran claro y vi que, tratando a un niño como a un adulto, puedes llegar a grandes resultados y afianzar, además, un buen resultado interpretativo.

[pix_box icon=”quotes” bg=”#eeeeee” color=”#222222″ border_size=”2″ border_style=”none” border_color=”#dddddd”]El ordenador puede hacer milagros pero no es un milagro en sí mismo.[/pix_box]

 ¿Tenemos alguna joven promesa en el reparto de Sinnside?

 No sé muy bien qué niños del casting quieren ser actores en el futuro. La que más trayectoria tiene es la protagonista, Lucía, que ya ha participado en otras producciones y supongo que seguirá en esa dirección, lo hace muy bien. El resto de niños son amateur o vienen del mundo de la moda infantil, aparte de haber hecho algún spot, pero no habían trabajado en algo tan complejo como Sinnside.

 Talento tienen…

 Si, si. Yo estoy muy satisfecho con su manera de trabajar y de actuar.

 ¿Por qué terror y niños están tan unidos?

 Creo que es porque el espectador empatiza con ese niño ya que él mismo lo fue una vez. Esa sensación de peligro; de indefensión y miedo al ir por un pasillo oscuro dejando volar la imaginación… O si eres hermano, madre o familiar de un niño, sufres como si fuera él al que están a punto de matar. En Sinnside, la perspectiva del corto es desde los niños. Uno nunca sabe hasta qué punto han imaginado lo que están viendo o qué es lo que ha pasado realmente. La visión de un niño es tan fantástica y tan rica que es un mundo que hay que conservar y no perder a través de una prematura pérdida de su inocencia.

 Veo que tus cortos son bien acogidos fuera de nuestras fronteras, ¿qué tal en el extranjero?

 Muy bien. La mayor repercusión que hemos tenido ha sido con el género fashion film, cortometrajes de moda. Es un reconocimiento que aquí en España ha tardado más en llegar. Nosotros tuvimos que irnos fuera a que nos reconociesen para luego volver y empezar a movernos con nuevos contactos, teniendo acceso a otro tipo de repercusión como festivales o más y mejores proyecciones.

 ¿Cuál es tu próximo proyecto?

 Actualmente quiero dedicarme a la realización de proyectos pequeños: spots, videoclips, … y también estoy escribiendo tres largometrajes y alguna otra cosa hay en la recámara. Por ahora no puedo decir más. (Risas)

 ¿Qué le recomendarías a la gente que está empezando como director?

 Que hagan muchos proyectos, que la caguen, que aprendan de los errores. En esta profesión nadie da nada por hecho. El único que tiene potestad de corregir es uno mismo y hay que ser muy crítico sin perder la humildad y no dar por sentado que lo primero que uno hace es lo que se tiene que quedar.

 Te pongo mi ejemplo. Para mí Sinnside es el final de una trayectoria como cortometrajista y productor, y conforme lo estaba acabando, un día volví a ver todos mis proyectos. Encontré cosas que no me gustaron y las volví a reeditar porque conforme uno va aprendiendo detecta más fallos en obras pasadas. Toda esa “pérdida de tiempo”, coger este plano, cambiarlo por este otro, etc… es muy útil a la larga y muy recomendable. Para todos aquellos que están empezando es importante que tengan esa capacidad de autocrítica y de esfuerzo.